Editorial del Diario El Universo de Julio 17/04
El país de la Ministra
¿En qué país vive la Ministra de Turismo? No lo sabemos.
No conocemos ese país maravilloso del que no hay por qué emigrar, donde no hay desempleo ni miseria, donde los jubilados no se declaran en huelga de hambre ni se clavan agujas, donde a la gente no la roban ni la matan, donde no hay secuestros, donde no hay corrupción, donde los servicios públicos no se deterioran, donde a los maestros les pagan a tiempo, donde los jueces son imparciales, donde los diputados no son demagogos, donde los banqueros corruptos van a la cárcel y allí se quedan, y donde los cargos públicos se reparten de acuerdo a méritos profesionales y no a lazos familiares.
La Ministra de Turismo está sorprendida de que los ecuatorianos emigren porque nada de esto sucede en su país. Quizás convendría que salga de la torre de marfil donde viven nuestros gobernantes, para que deje de escuchar por un momento los informes técnicos que aseguran que todo anda muy bien porque las cifras macroeconómicas cuadran.
Así podrá escuchar en cambio todo lo que tienen que decir los niños que aspiran goma, o las niñas que se prostituyen, o las que se convierten en madres antes de hora, o las madres de los adolescentes asesinados por pandillas.
La Ministra de Turismo ya se olvidó de que todo su presupuesto lo gastaron en un concurso internacional de belleza cuyo resultado fue un fracaso financiero.
Ahora, el poco dinero que le dejaron lo utiliza para pregonar por el mundo el maravilloso país donde ella vive.
Lástima que ese país no sea el nuestro.